Hace algunas semanas os contábamos la primera fase de la fabricación de las avarcas, el corte, en la que toman forma las partes de nuestras queridas avarcas.
Todos estos materiales tienen que prepararse y ahí es donde entra el segundo paso de la producción: la sección de aparado.
En las manos expertas de nuestras aparadoras, el corte se rebaja para tener el grosor adecuado que encaje a la perfección con el forro de piel en la parte frontal, la pala y con el “alma” de goma de la tira trasera, sobre la cual la piel se dobla.
El proceso sigue con la unión de las palas con el forro mediante un pespunte fino y perfecto, casi siempre al tono de la piel del corte, y su moldeado, para que se adapten perfectamente a los pies de nuestros clientes.
Al mismo tiempo, se trabaja la palmilla, la suela de piel que se une a la suela de goma, que se personaliza con la marca Avarcas Mibo con la ayuda de nuestra máquina de láser de última generación.
Es entonces cuando finalmente se cose al corte principal, la pala, mediante un pespunte más grueso en hilo blanco que voltea toda la avarca, uno de los procesos que más gusta a nuestros visitantes y que le da a las menorquinas su característico aspecto.
Y así hemos llegado a la mitad del proceso. Ahora ya “solo” falta unir todas las piezas. ¿Queréis saber cómo lo hacemos? ¡Síguenos en nuestro blog y descúbrelo!